Porque me encanta tematizar las recetas según la temporada del año, hoy os traigo unas galletas muy originales, que parten de la masa de las tradicionales de mantequilla, pero con un toque diferente. ¿Os acordáis de las galletas leopardo? ¡También eran muy curiosas! Y aunque estas galletas son solo fruta en apariencia, son muy divertidas y llamativas, perfectas para una merienda de verano o pasar un tiempo con los niños. ¡Vamos allá!
Tiempo total: 90 min
Raciones: 20 galletas (aprox)
Dificultad: Media
Ingredientes:
- 250 gr mantequilla temperatura ambiente
- 500 gr harina de repostería
- 150 gr azúcar glas
- 7 cdas leche entera
- 1 cda extracto vainilla
- Colorantes alimenticios en pasta: rojo, verde, negro
Elaboración:
Paso 1:
En un bol grande mezclaremos todos los ingredientes, excepto los colorantes. Primero pondremos la mantequilla, luego tamizaremos la harina y el azúcar glas y finalmente agregaremos los líquidos. Con nuestras manos iremos integrando la masa, hasta que esté bien ligado y no veamos restos de harina o azúcar, pero sin pasarnos para no transmitir demasiado calor de nuestras manos. Haremos una bola, que cubriremos con papel film y que llevaremos a la nevera para que repose y enfríe durante 40 min.
*Nota: si hace mucho calor y veis que la masa no está muy consistente y queréis esperar un poco más, no hay problema, no se estropeará por estar más tiempo en la nevera y os quedarán unas galletas mucho mejores.
Paso 2:
Cuando haya pasado el tiempo de enfriado, partiremos la masa en 2 partes iguales y una de las mitades de nuevo en 2 partes iguales. Reservamos las 2 masas más pequeñas en la nevera, mientras que teñimos la grande. Antes de nada, retiraremos un pellizco para hacer al final las pepitas y que guardaremos tapado en la nevera, sin color, y luego pondremos colorante rojo en pasta sobre la masa y amasaremos hasta conseguir un color homogéneo e intenso, que se asemeje al de la sandía. Mejor empezar con poca cantidad e ir añadiendo, pero intentando trabajar lo más rápido posible para no calentar mucho la masa. Después haremos un cilindro grueso alargado, que cubriremos con papel film y llevaremos de nuevo a la nevera.
Paso 3:
Recuperaremos una de las dos mitades pequeñas de la nevera y la estiraremos sobre una superficie antiadherente con la ayuda de un rodillo. Debemos conseguir un grosor de unos 2 mm, con la misma anchura en toda la superficie y que tenga al menos la largura del cilindro de masa roja. Después, recuperaremos el cilindro rojo y lo colocaremos en un extremo, para enrollarlo dentro de la masa blanca. Presionaremos un poco para que se adhiera bien y sobretodo no se noten mucho los bordes. Volveremos a cubrir con film y a llevarlo a la nevera.
Paso 4:
Cogeremos la segunda mitad pequeña que teníamos aún en la nevera y la teñiremos de verde intenso. Como en el caso de la masa roja, primero pondremos poca cantidad e iremos añadiendo si lo vemos necesario. Una vez el color sea homogéneo, estiraremos la masa con el rodillo de igual forma que con la bola blanca, de manera que el cilindro que tenemos en la nevera pueda quedar cubierto de esta capa verde. Una vez enrollada, volveremos a cubrir con papel film.
Paso 5:
Cuando tengamos el centro grande de color rojo y dos masas finas de color blanco y verde, entonces lo llevaremos a la nevera un mínimo de 1 hora. Si pasado este tiempo el cilindro está duro, lo podremos sacar, si no lo dejaremos un rato más. Dependerá de vuestra nevera, pero es importante que esté firme, ya que sino no lo podréis cortar y con el calor ambiente (sobretodo si es verano) se os irá derritiendo.
Paso 6:
Pasado el tiempo de enfriado, retiraremos el papel film y cortaremos rodajas de masa de unos 3 mm. Estas serán nuestras galletas redondas en forma de sandía. Además, si queremos gajos de sandía, bastará con cortar una rodaja en dos, formando medias lunas. Las iremos colocando en una bandeja con papel de horno o una bandeja antiadherente apta para horno, un poco separadas.
Paso 7:
En este momento, recuperaremos el pellizco de masa que habíamos sacado de la mitad grande y que todavía teníamos en la nevera. Lo teñiremos de negro de la misma forma que anteriormente, y haremos mini bolitas que simularán las pepitas de la sandía. Colocaremos 3 o 4 de forma irregular sobre cada rodaja.
Paso 8:
Después las hornearemos a 180ºC, con el horno pre-calentado, durante unos 10 min o hasta que veamos que empiezan a dorarse. Si las habéis hecho con un grosor de 3 mm en 10 min estarán hechas. Si por lo contrario las habéis hecho un poco más gorditas, van a necesitar algún minuto más. Si no os caben todas las galletas en la misma bandeja, las hornearéis en diferentes tandas, teniendo en cuenta que el horno en la segunda tanda estará más caliente que en la primera y habrá que controlarlo de cerca.
Finalmente, las dejaremos 10 min enfriar en la misma bandeja y después las trasladaremos a una rejilla para que terminen de enfriar.
Et voilà, nuestras galletas súper veraniegas listas ?
