Mini cheesecakes de Oreo sin horno

Hoy os traigo un postre clásico e innovador al mismo tiempo. Por un lado, la idea base de la receta es un cheesecake tradicional, con una base de galleta crujiente y un relleno cremoso de queso. Pero por otro lado, le daremos un toque creativo haciéndolo a base de galletas Oreo, que tanto nos gustan a todos.

Estos mini cheesecakes de Oreo son dulce muy llamativo y riquísimo, además de que al ser una mini delicia podéis sorprender a cada uno de vuestros invitados de forma personalizada. Pero no os preocupéis si no tenéis moldes o vasitos individuales, podéis también hacer un cheesecake grande en un molde desmoldable de 18 o 24 cm y servirlo en porciones individuales.

Tiene el extra de que es un postre sin horno y que además son muy fáciles de preparar, con una combinación de sabores muy rica. Si os gustan los cheesecakes, ¡definitivamente tenéis que probar esta versión!

Tiempo total: 40 min + al menos 2h de enfriado
Raciones: 16 mini cheesecakes
Dificultad: Fácil

Ingredientes base:

• 25 galletas Oreo
• 80 gr mantequilla

Ingredientes relleno:

• 500 gr Philadelphia
• 180 gr azúcar blanco
• 400 ml nata para montar (con al menos 35% de materia grasa)
• 15 galletas Oreo
• 45 ml agua fría
• 10 gr gelatina en polvo
• 1 cdita extracto o esencia vainilla

Elaboración:

Paso 1:
Empezaremos preparando la base de galletas, que sigue el patrón de cualquier otro cheesecake. Primero de todo, trituraremos las galletas Oreo hasta conseguir una especie de arena fina. Después, derretiremos la mantequilla en el microondas y la verteremos por encima de las galletas. Removeremos bien para que se impregnen todas las Oreos.

Ahora es el momento de decidir donde serviremos los mini cheesecakes. En mi caso lo hice en un molde de cupcakes de silicona, que es muy fácil de desmoldar. También podéis hacerlo en vasitos individuales o un molde para cupcakes pero previamente forrado con papel vegetal para poder desmoldar los mini cheesecakes.

Serviremos 2 cucharaditas en cada cavidad y presionaremos bien para repartir por toda la superficie las galletas, además de asegurarnos que quede compacto. Lo llevaremos al congelador mientras preparamos el resto de la receta.

Paso 2:
Para el relleno, empezaremos hidratando la gelatina. Para ello, pondremos la gelativa en un bol o vaso y verteremos dentro el agua. Lo removeremos bien y lo dejaremos reposar al menos 10 min.

Paso 3:
Seguiremos separando cada Oreo para sacar su relleno, de manera que tengamos por un lado la «nata» y por otro la galleta como tal. La «nata» la pondremos en un bol grande y lo mezclaremos durante 1 minuto junto a la Philadelphia y el azúcar con un robot o varillas eléctricas, a velocidad alta. Después agregaremos la esencia o extracto de vainilla y la nata de repostería. Volveremos a batir a velocidad alta unos 2 o 3 min, hasta que veamos que la nata empieza a montar y que tenemos una masa consistente.

Paso 4:
Recuperaremos la gelatina que teníamos reposando y la calentaremos unos segundos en el microondas. Una vez derretida la verteremos en el bol anterior y batiremos unos segundos más para integrar. Os recomiendo no batirlo de más para no perder el volumen de la nata.

Paso 5:
Pondremos las galletas sin relleno que teníamos reservadas en una bolsa y con la ayuda de un rodillo o similar le daremos algunos golpes para trocearlas. No nos interesa conseguir una textura arenosa como antes, ya que si no se nos teñirá la masa de gris. Buscamos que se desmiguen pero conservando trozos, para luego encontrarnos tropezones en el cheesecake. Agregaremos las Oreo troceadas a la masa de queso y nata y lo integraremos con una espátula y movimientos envolventes.

Paso 6:
Sacaremos las bases de galleta del congelador y rellenaremos las cavidades con la mezcla anterior. Debemos rellenarlo bien, hasta el límite, pero asegurándonos de alisar bien la superficie para que quede plano. Hay que pensar que esta parte será la parte superior del cheesecake y, por tanto, la más visible y que debemos cuidar con más detalle.

Paso 7:
Llevaremos los mini cheesecakes al congelador un mínimo de 2 horas. Después los desmoldaremos (si no hemos escogido hacer vasitos individuales) y los colocaremos en los platos o bandejas en que decidamos servirlos. Coronaremos cada mini cheesecake con un copetito de nata montada y una mini Oreo. Después, los llevaremos a la nevera para que se descongelen y los conservaremos así.

Para la nata, simplemente batiremos 100 ml de nata líquida para repostería junto con un par o tres de cucharadas de azúcar. Batiremos a velocidad alta hasta que monte y la pondremos en una manga pastelera con una boquilla de estrella ancha. Colocaremos la manga en posición vertical, en el centro del mini cheesecake, y presionaremos sin levantar mucho la manga. También podéis hacerlo con nata ya montada y quizás haciendo un círculo doble.

Aunque pueda parecer una receta muy veraniega, ¡es ideal para cualquier momento! La cremosidad del relleno, contrasta con el crujiente de la base, que se combina perfectamente con la suavidad de la crema. Mmmm, ¡delicioso!