¡Un clásico de la Navidad! Son un dulce tradicional, riquísimo y súper fácil de hacer, ¡os lo prometo! Tienen pintaza y se pueden preparar hasta con dos semanas de antelación, por lo que podemos ir preparando con antelación una buena tongada con la que llenar la mesa navideña.
La fórmula clásica de los polvorones es muy sencilla: harina de trigo tostada, frutos secos molidos, azúcar glas y aromas al gusto, todo ello amalgamado con una grasa que habitualmente ha sido la manteca de cerdo. De todas formas, hay otras versiones que cambian la manteca por aceite de oliva o de otra clase de grasa, por lo que podríais hacer modificaciones. Se pueden presentar en cápsulas de magdalena, aunque lo tradicional es envolverlos en los bonitos y customizados papelillos. Yo los compro en María Lunarillos.
Si seguís leyendo descubriréis lo sencilla que es la receta, así que este año no hay excusa para no preparar en casa este dulce navideño para celebrar las fiestas en casa. Lo que sí quedará por resolver será el eterno debate de cada Navidad en casa: ¿se aprieta o no el polvorón para que no se desmigue? Es una cuestión que causa polémicas hasta en las mejores casas. Yo soy muy anti esta corriente, de hecho para mi parte del encanto del polvorón o mantecado es que se desmigue, pero mi marido opina todo lo contrario y lo aprieta fuerte antes de desenvolverlo, para que se compacte. ¿Vosotros?
¡Ah! Y no os perdáis otras recetas de polvorones disponibles en el blog.
Tiempo total: 50 min + 90 min enfriado
Raciones: 15-20 polvorones
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 500 gr harina de repostería
- 250 gr manteca de cerdo a temperatura ambiente *
- 200 gr azúcar glas
- 100 gr almendra marcona tostada y molida
- 1/2 cdita canela molida
- 1 pizca sal
*Nota: os aconsejo que uséis manteca de cerdo ibérico de buena calidad, para evitar que queden olores o sabores desagradables en el resultado final. La encontraréis en cualquier super o charcutería.
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos tostando la harina. Para ello, la extenderemos en una bandeja plana grande y la llevaremos al horno pre-calentado a 170ºC. La tostaremos durante unos 15 min o hasta que veamos que se empieza a dorar, que coge color, pero sin quemarse. Al sacarlo, lo dejamos enfriar completamente. Si tenéis prisa por cocinar los polvorones, podéis trasladar la harina a otro recipiente, para que no guarde el calor de la bandeja y enfríe más rápido.
Paso 2:
En una sartén, tostamos la almendra, de nuevo hasta que coja color, sin que se queme. La dejaremos enfriar completamente y la trituraremos, pero no en exceso, para evitar que suelte el aceite y, porque encontrarse algún trocito pequeñito del almendra al comerse el polvorón siempre gusta.
Paso 3:
En un bol grande, mezclamos la manteca de cerdo con el azúcar, hasta conseguir una mezcla tipo pomada. Lo podemos hacer con unas varillas o una espátula.
Paso 4:
En el bol anterior, tamizamos la harina ya fría. Costará un poco porque estará como acartonada o apelmazada, pero a base de paciencia lo conseguiremos. Después verteremos la almendra molida, la sal y la canela y mezclaremos muy bien hasta conseguir una masa bastante densa y con la que podamos hacer una bola. Os recomiendo mezclar con las varillas o espátula al principio, pero cuando esté todo un poco integrado pasar a las manos. Se requiere paciencia y tiempo para que todo se junte bien y no se desmenuce demasiado. Os recomiendo ir amasando y chafando con los puños hasta que podáis formar una bola blandita pero que no se os desmonte.
Paso 5:
Con la masa haremos una especie de rulo alargado, del tamaño que deseemos tener los polvorones. Cuanto más alargado y fino más pequeñitos saldrán y cuando más gordito el cilindro más grandes saldrán. Después envolveremos el rulo con papel film bien prensado y lo llevaremos a la nevera durante 1 hora. Otra forma de hacerlo es hacer una bola con la masa y envolverla así, para luego estirarla en un círculo grande. Más adelante os cuento cómo.
Paso 6:
Cuando haya pasado la hora de refrigerado, pre-calentamos el horno a 200ºC.
Paso 7:
Si hemos optado por la opción del rulo, lo cortaremos con un cuchillo rodajas de 1-2 cm aproximadamente (como si cortáramos salchichón vamos), y así iremos formando los varios polvorones. Si optamos por hacer una bola, lo que tendremos que hacer es estirar la masa con las manos y un rodillo sobre un papel vegetal o una superficie antiadherente, hasta conseguir un grosor de 1-2 cm. Luego cortaremos toda la masa con un cortador redondo de unos 5 cm o un vaso, hasta conseguir los polvorones. Con los recortes volveremos a hacer una bola, extenderla y cortarla de nuevo. Si os gustan más gordos podéis cortar rodajas más anchas o estirar menos la masa, pero tened en cuenta que entonces os saldrá menos cantidad de la indicada.
Tras cortarlos, los trasladaremos a una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Los trasladaremos con cuidado, pues son bastante frágiles. Antes de llevarlos al horno, pintaremos con un poco de agua o manteca de cerdo derretida la superficie y esparciremos algunas semillas de lino por encima.
Paso 8:
Hornearemos los polvorones durante unos 15 min, vigilando que no se nos tuesten demasiado. A la que los bordes estén doraditos, ¡ya los podemos sacar!
Paso 9:
Dejaremos los polvorones unos 5 min en la misma bandeja y después, con la ayuda de una pala, los trasladaremos con sumo cuidado a una rejilla para que acaben de enfriar. Es el paso más crítico, pues ya de por sí son muy delicados, pero más cuando aún están algo calientes.
Paso 10:
Cuando estén completamente fríos, los envolveremos en los papeles típicos para polvorones y estarán listos para pegarle un bocado mientras gritamos eso de… ¡Pamplona!




