Hace unos días os traía la versión dulce de este plato, la clásica crostata de albaricoque italiana, con masa quebrada comprada. Y como os prometí, hoy os traigo la versión salada de la crostata, con la masa quebrada casera. Las crostatas las podemos rellenar como si fueran quiches, aquí tenéis un ejemplo, y el relleno que os traigo hoy es de espinacas, con variedad de quesos, piñones y tomates cherry. Una combinación deliciosa y algo otoñal, ideal para este tiempo de septiembre. De todas formas, es un plato que también podría comerse frío, por lo que se adapta a todas las temporadas. Os animo a que probéis a hacer vosotros mismos la masa, el paso a paso que os traigo es muy fácil y el resultado queda delicioso.
Esta crostata o tarta de espinacas es una forma fácil de combinar nutrición, textura y color a tus comidas, cenas o aperitivos. ¡Allá vamos!
Tiempo total: 90 min
Raciones: 1 crostata de 24 cm
Dificultad: Media
Ingredientes masa quebrada:
- 200 gr harina de trigo
- 100 gr mantequilla fría
- 1 pizca sal
- 60 gr agua muy fría
- 1 cda orégano
Ingredientes relleno:
- 500 gr espinacas frescas (350 gr una vez cocidas)
- 100 gr queso cabra (o ricotta u otro de vuestro agrado)
- 50 gr parmesano rallado
- 2 huevos
- 15 gr piñones
- 5 o 6 tomates cherry
- Sal y aceite
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos preparando la masa, de manera que mientras reposa preparemos el relleno. Para ello pondremos en un procesador de alimentos la harina junto a la mantequilla, que debe estar fría, recién sacada de la nevera. Lo procesaremos o batiremos unos minutos, hasta conseguir una consistencia como arenosa y granulosa. En este punto, lo verteremos sobre la superficie de trabajo.
Paso 2:
Espolvorearemos el orégano por encima de toda la masa y, después, haremos un pequeño hoyo en el medio. Iremos vertiendo el agua muy poco a poco, mezclando a la vez con la otra mano, de manera que el agua se concentre en la parte central. Cuando ya hayamos vertido todo el agua, amasaremos lo justo para que se integren todos los ingredientes y consigamos una masa homogénea. Entonces, formaremos una bola y la cubriremos con papel film. La llevaremos a la nevera durante al menos media hora. Durante este tiempo de reposo, prepararemos el relleno.
Paso 3:
Para el relleno, empezaremos cocinando las espinacas. En una sartén bien grande o una olla, pondremos un chorrito de aceite y cuando esté caliente agregaremos las espinacas. Removeremos un poco de manera que se reparta bien el aceite y taparemos. Cocinaremos a fuego medio durante unos 10 min o hasta que veamos que las espinacas están cocidas. Corregiremos el punto de sal y finalmente las dejaremos reposar 5 min en la misma olla. Después, las colaremos y dejaremos que vayan soltando el agua en el mismo colador.
Paso 4:
En paralelo a la cocción de las espinacas, tostaremos unos minutos los piñones en una sartén, rallaremos el queso parmesano, cortaremos en daditos el queso de cabra y saltearemos ligeramente los tomates cherry, que previamente habremos cortado en pequeños gajos. En un bol a parte, batiremos los huevos.
Paso 5:
Cuando las espinacas hayan soltado la suficiente agua, las llevaremos a un bol grande. Primero verteremos los huevos y batiremos toda la mezcla bien. A continuación añadiremos los 2 quesos (reservando algún dadito de queso de cabra para la cobertura final) y los piñones y volveremos a remover hasta integrar. Lo reservaremos.
Paso 6:
Sacaremos la masa de la nevera. Espolvorearemos la superficie de trabajo con un poco de harina y pondremos la bola encima. Volveremos a espolvorear un poco de harina por encima de la masa y en el mismo rodillo y la estiraremos hasta conseguir un grosor de 1 cm o incluso un poco menos. Después la trasladaremos sobre el molde, que os aconsejo que sea desmoldable. Si no, podéis forrarlo con papel vegetal para facilitar el desmoldado. Si es antiadherente no necesitaréis engrasarlo, pero si no os recomiendo untar un poco de aceite antes de colocar la masa. Apoyaremos la masa sobre el molde y con cuidado la iremos pegando a los bordes. Retiraremos sobre el sobrante. Si tenemos suficiente, podemos hacer unas tiras para cubrir la crostata, si no los podemos desechar. Pincharemos toda la base.
Paso 7:
Verteremos sobre la masa el relleno y lo esparciremos bien sobre toda la superficie de manera que quede bien extendido. Repartiremos de forma uniforme los daditos de queso de cabra que teníamos reservados, así como los gajos de tomates cherry. En este punto, si hemos tenido suficientes recortes, podemos colocarlos por encima, como os mostraba en la crostata dulce.
Paso 8:
Llevaremos la crostata al horno, pre-calentado a 180ºC, durante unos 40 min o hasta que el relleno este cuajado y los bordes de la masa doraditos. La retiraremos del horno y tanto la podemos comer de inmediato, caliente, o dejarla enfriar para comer fría. ¡Está riquísima de las dos maneras!
¿Os dije que no era tan difícil verdad? Os animo a probarla y a que me contéis el resultado ?