El otoño es mi estación favorita y en plena temporada estoy en el súper mood hogareño de libro, manta y sofá. ¿Y qué mejor momento que este para hornear un dulce que acompañe el día? Como ya sabéis, siempre navego por internet en busca de inspiración y me encantan las recetas golosas pero saludables. Me gusta demasiado el dulce, pero hay que cuidarse, así que estos muffins de chocolate con frambuesas y nueces son la opción perfecta para el momento dulce del día.
No nos engañemos, el chocolate combina genial con todo, pero el toque dulcón que le da la frambuesa y el crocante de las nueces son la combinación perfecta. Si, además, le agregáis algunas especies como canela y jengibre y unas chips de chocolate, uff, ¡delicioso!
También podéis combinarlos con otras frutas de temporada como ciruelas o , si los hacéis en otra temporada con fresas o arándanos os encantarán. Incluso podéis usar fruta disecada, como pasas o piña, y escoger la que más os guste. Aquí os dejo otra versión súper healthy y deliciosa.
Son unas magdalenas muy sabrosas y saludables, pues no se usan ni harinas ni azúcares refinados, están elaborados con chocolate negro o cacao y leche vegetal. Tienen un sabor afrutado y son esponjosos, gracias al jugo que suelta la frambuesa.
Tiempo total: 45 min
Raciones: 10-12 muffins
Dificultad: Fácil
Ingredientes:
- 100 gr chocolate negro (mínimo 75% cacao)
- 2 cdas cacao
- 250 gr harina de espelta
- 75 gr panela o azúcar de coco
- 2 cditas levadura química
- 1 cdita bicarbonato
- 1 cdita canela
- 1 cdita jengibre
- 1 pizca sal
- 150 ml agua
- 100 ml aceite de oliva
- 5 cdas leche de almendra (u otra leche vegetal)
- 40 gr nueces troceadas (o al gusto)
- 100 gr frambuesas (o al gusto)
- 2 cdas chips de chocolate (opcional y al gusto)
- Otros que podéis añadir: cardamomo, clavo, nibs cacao, nuez moscada,…
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos pre-calentando el horno a 180ºC.
Paso 2:
Derretiremos al microondas el chocolate, en tandas de 15 seg, removiendo para que no se queme o se pegue. También podéis hacerlo al baño maría. Lo reservaremos y dejaremos que se temple un poco. En paralelo, aprovecharemos también para trocear las nueces en pequeños trozos.
Paso 3:
En un bol mezclaremos todos nuestros sólidos: la harina, la panela o azúcar de coco, el cacao, la canela, el jengibre, la sal, la levadura y el bicarbonato. Nos aseguraremos que todo quede bien mezclado y repartido. En otro bol o recipiente a parte haremos nuestra mezcla de líquidos con el agua, la leche vegetal y el aceite. Verteremos los líquidos bien mezclados al bol de secos y lo mezclaremos bien con unas varillas, de forma enérgica, hasta que se integren perfectamente. Tendremos una masa especialmente densa, pero que no os debe costar mezclar. Agregaremos el chocolate derretido y las nueces (reservando un poco de nueces para luego) y lo mezclamos con hasta combinar perfectamente. Con delicadeza agregaremos las frambuesas cortadas por la mitad o en cuatro trozos, de manera que se repartan por toda la masa, reservando 1/4 parte para la decoración final antes del horneado.
Paso 4:
Rellenaremos las cápsulas 2/3 partes, incluso un poquito más ya que nos interesa que crezcan. Cuando tengamos todas las cápsulas llenas, pondremos unas cuantas chips de chocolate, alguna nuez y algún trozo de frambuesa en la parte superior de cada muffin. No solo le dan un toque extra, sino que los hacen mucho más llamativos y golosos.
Paso 5:
Hornearemos los muffins durante 25 o 30 min, con calor por arriba y por abajo. Pasados 20 min, no antes, podremos revisar la cocción de la masa, clavando un palillo en uno de los muffins. Sabremos que están perfectos cuando salga limpio. Entonces los retiraremos del horno e inmediatamente, ¡pero sin quemarnos!, sacaremos las cápsulas del molde y pondremos los muffins sobre una rejilla para que enfríen. Si los dejamos en el molde, con el calor del mismo, se nos humedecerán.
¡Y listo! Son muy fáciles de preparar y tardarás más en hornearlos que hacerlos. Están deliciosos y además podéis personalizarlos con las especies, fruta y proporciones que más vayan con cada uno de vosotros. Una receta perfecta para una tarde de otoño o un capricho atemporal.