Hoy os traigo una receta de pasta que os sorprenderá mucho. Aunque la pasta es algo muy común y que todos estamos más que acostumbrados a comer, habitualmente caemos en las mismas recetas de siempre. ¡Pero hay infinidad de ideas! La idea que os propongo hoy es súper cremosa gracias al uso de leche de coco, así como llena de nutrientes por la variedad de ingredientes utilizados. Sí, así a primera vista igual no os suena muy bien leche de coco con pasta, soja o tomates secos, pero os prometo que es una receta increíble y que os encantará.
El simple hecho de cocer la pasta con caldo y la leche de coco hace que se cree una especie de salsa que no tiene nada que envidiarle al resto de salsas tradicionales. Es una receta muy fácil de preparar y que se puede hacer en cantidad para tener para varios días o si en casa sois varios. Con ella huiremos de las famosas salsas que acompañan siempre los platos de pasta (carbonara, boloñesa,…) y le daremos un extra nutritivo y un sabor intenso inesperado.
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Tiempo total: 40 min
Raciones: 2 personas
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 200 gr pasta (a vuestra elección, puede ser sin gluten)
- 1 cebolla grande
- 200 gr setas (a vuestra elección, pueden combinarse varios tipos)
- 20 gr tomates deshidratados (secos en aceite de oliva)
- 250 ml caldo de verduras
- 200 ml leche de coco
- 2 cdas salsa de soja
- 50 gr espinacas frescas
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos picando la cebolla y sofriéndola con un chorrito de aceite. Cuando esté doradita, agregaremos las setas y los tomates laminados, el caldo, la leche de coco, la soja y la pasta. Removeremos bien y lo taparemos. Lo dejaremos que hierva hasta que la pasta esté al dente y se haya consumido casi todo el líquido.
Paso 2:
Cuando la pasta esté cocida (al dente), corregiremos de sal si es necesario, y agregaremos las espinacas. Bajaremos el fuego al mínimo y removeremos un par de minutos hasta que las espinacas se hayan cocido (veréis que en seguida se ablandan).
Lo serviremos en los platos y ¡listo! De forma opcional podemos añadir un poco de queso por encima o levadura nutricional. Si usáis levadura nutricional os recomiendo añadirla en la mezcla junto a las espinacas y dejar que se cocine unos minutos. Unas hojas de albahaca por encima también le pueden venir muy bien.
Si lo conserváis en un recipiente hermético en la nevera os aguanta sin problemas hasta 3 días. ¡Pero seguro que os la coméis antes!
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