¿Alguna vez habíais oido hablar del pan Hokkaiko? Si no, ¡os encantará! Es un pan de leche japonés procedente de la isla de Hokkaiko, lugar donde se dice que se originó una de las técnicas para preparar pan de leche: el «tangzhong». Éste es como una especie de papilla o engrudo que se añade a los ingredientes del pan y que nos ayudará a conseguir un resultado tierno, esponjoso y con muy buena conservación. Vamos, ¡una maravilla!
Es una receta ya de por sí muy fácil, pero es que además ¡no tiene amasado! (¡punto positivo!). El resultado es increíble y nos va a permitir disfrutar, en el almuerzo o merienda, de un pan con sabores internacionales ??
Tiempo total: 75 min + enfriado del «tangzhong» + 12 o 24 horas de reposo/fermentación
Raciones: 1 pan alargado, en 3 bollos grandes
Dificultad: Fácil
Ingredientes «tangzhong»:
- 25 gr harina de fuerza
- 180 gr leche entera
Ingredientes masa final:
- El «tangzhong» anterior
- 120 gr leche entera
- 60 ml leche condensada
- 7 gr levadura seca (o 21 de levadura fresca)
- 40 gr azúcar blanco
- 1 cdita sal
- 450 gr harina de fuerza
- 60 ml mantequilla derretida
- 1 huevo + otro para pintar
Elaboración:
Paso 1:
Lo primero que haremos es preparar el «tangzhong», que necesitará enfriarse por completo a temperatura ambiente. Para ello, pondremos en un cazo a fuego medio la leche con la harina y no dejaremos de remover con unas varillas o espátula de madera. Seguiremos sin parar hasta que espese y nos quede una especie de papilla. Entonces, lo pasamos a un bol y lo tapamos con papel film a piel, es decir, que toque la superficie.
Como comentado, lo dejaremos enfriar por completo a temperatura ambiente.
Paso 2:
Cuando el «tangzhong» haya enfriado por completo, podremos seguir con la receta. Para ello, pondremos en un bol grande la leche junto a la leche condensada y la levadura. Con unas varillas lo removeremos bien. Sobre esto agregaremos el «tangzhong», el azúcar, la sal, la harina, el huevo y la mantequilla derretida. Mezclaremos bien, con una lengua pastelera, pero sin llegar a amasar. Simplemente debemos integrar los ingredientes para que queden bien repartidos.
Paso 3:
Taparemos el bol anterior con una tapa o papel film y lo dejaremos a temperatura ambiente hasta que burbujee. Cuando veamos que por la parte inferior de la masa se empiezan a formar burbujas, entonces nos llevaremos la masa a la nevera entre 12 y 24 horas. Mejor si está 1 día entero, pero si está menos no pasa nada. Os recomiendo poner la masa en un bol transparente para poder ir controlando la fermentación.
Pasado el tiempo de enfriado, sacaremos el bol de la nevera y dejaremos que se temple a temperatura ambiente. Puede ser que durante este tiempo crezca todavía un poco, no hay problema, nos interesa que al menos doble su tamaño inicial.
Paso 4:
Cuando la masa ya no esté fría y más maleable, la pondremos sobre la superficie de trabajo previamente enharinada. La amasamos ligeramente, presionándola más bien, para desgasificarla. Después, la pesaremos y la dividiremos en 3 partes iguales. Cada parte la estiraremos con un rodillo (que también podemos enharinar ligeramente) a lo largo, formando una especie de rectángulo como se muestra en la foto. Doblaremos los extremos más largos hacia el centro y después la enrollaremos verticalmente. Las colocaremos en un molde para pan o tipo plumcake antiadherente, con la abertura boca abajo y un rollo al lado del otro.
Taparemos con un trapo hasta que dupliquen su tamaño y se unan entre ellos. Cuando quede poco tiempo de levado (en mi caso tardó 45 min, pero dependerá de la temperatura ambiente, a más calor más rápido leva), pre-calentaremos el horno a 230ºC.
Paso 5:
Una vez haya levado el pan, batiremos el huevo y pintaremos los 3 bollos sin dejarnos ningún rinconcito. Taparemos el pan con papel de aluminio, pero creando como una «barriga» para que el papel no toque la superficie del pan recién pintada. Esto nos servirá para que no se nos queme por arriba. Después lo llevaremos al horno a 230ºC durante 10 min. Pasado este tiempo, bajaremos la temperatura a 175ºC durante 30 o 40 min más. Cuando queden unos 10 min de horneado, retiraremos el papel de aluminio para que se dore el pan. Antes de sacarlo, lo pinchamos para asegurarnos que está bien cocido. En este caso es como un pastel, si el palillo sale limpio perfecto, si no tendremos que dejarlo un poco más. Mi pan de hecho estuvo 42 min, pero dependerá del horno y lo mejor es irlo controlando a partir de la media hora de horneado.
Paso 6:
Al sacarlo del horno, lo dejaremos en el mismo molde unos 10 min para que baje un poco la temperatura. Después lo desmoldaremos y colocaremos sobre una rejilla para que termine de enfriar. ¡Sobretodo vigilad que no os queméis! Además, hay que tener en cuenta que recién salido del horno está muy blandito y debemos ir con cuidado de no romperlo.
Una vez frío también es muy tierno, tipo un pan de molde, y muy esponjoso. Es una delicia de pan, con un poco de pavo o mermelada me flipa, ¡ha sido una semana de desayunos muy top! Si lo guardáis en una bolsa bien cerrada os puede aguantar perfectamente 4 o 5 días.
Espero que lo disfrutéis mucho ❤