Que soy fan de los cheesecakes ¡ya lo sabéis! Que mi marido lo es todavía más, ¡también! Así que ya os podéis imaginar lo que duraron estos vasitos en la nevera….
Esta semana tenía excedente de mermeladas caseras, de arándanos y melocotón. Así que pensé en qué recetas podrían ligar con dichas elaboraciones, porque mis bowls mañaneros de granola y mermelada ya estaban a tope ?
Y claro, la combinación estrella de una buena capa de compota o mermelada de fruta es una tarta de queso. ¿O no?
Como tampoco tenía tanta cantidad de mermelada como para cubrir una tarta entera, pensé que la mejor idea era prepararlo en vasitos individuales, también para poder gastar ambas mermeladas, que en un único pastel igual hubiera quedado un poco raro… Estos mini cheesecakes o vasitos de tarta de queso sin horno son toda una maravilla: súper fáciles de preparar, no necesitan horneado y son súper cuquis. ¡Bueno y están deliciosos! En realidad el proceso es el mismo que cualquier otra tarta de queso, con una base de galletas trituradas (que aquí también tenéis libertad para escoger las que más os guste o tengáis a mano), una mezcla de queso crema tipo Philadelphia con nata y azúcar y algo de fruta on top.
Como veis yo no tenía vasitos iguales, pero esa es la maravilla de hacerlo individual, que podéis usar lo que tengáis a mano. Incluso podríais usar vasos normales o los típicos de vino bajos. ¡Echadle imaginación!
Y recordad que como topping podéis escoger lo que más os guste, igual confitar alguna fruta (aquí os dejo una idea), alguna crema tipo de almendra o avellana o incluso algún fruto seco en cubitos.
¡Que lo disfrutéis!
Tiempo total: 35 min (+ 2h mínimo de reposo)
Raciones: 6 vasitos
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- Para la tarta:
- 100 gr galletas Maria (o cualquiera de vuestro gusto)
- 60 gr mantequilla
- 30 gr panela
- 250 gr Philadelphia
- 80 gr azúcar glas
- 1 cdita extracto vainilla
- 170 gr nata líquida
- Para la mermelada o confitura:
- 250 gr arándanos frescos
- Zumo 1 limón
- 80 gr azúcar
- 2 cdas agua fría
- 1 y 1/2 cda Maicena
- Opcional arándanos para decorar
Elaboración:
Paso 1:
Empezaremos preparando la mermelada o confitura para que enfríe. Para ello pondremos los arándanos, el zumo de limón y el azúcar. Removeremos un poco y lo pondremos a fuego medio hasta que rompa a hervir. Entonces lo dejaremos cociendo entre 2 y 5 minutos, dependiendo de si queremos que el arándano nos quede entero o si queremos hacer más bien una mermelada o confitura.
Mientras hierve, removeremos el agua con la Maicena, hasta diluirla. Cuando la mezcla anterior esté a nuestro gusto, agregaremos el agua con el almidón y removeremos suavemente para repartirlo, con cuidado de no romper mucho el arándano (si es que lo hemos dejado un poco entero). Lo podemos hacer en el mismo fuego, para darle un último hervor y cuando esté bien removido lo retiramos. Lo llevamos a un bol o cuenco para que enfríe a temperatura ambiente.
Paso 2:
Seguiremos con la tarta. Empezaremos triturando las galletas con un procesador o en una bolsa dándole golpes. Cuando tengamos una especie de harina, derretiremos la mantequilla al microondas y la verteremos por encima. Removeremos bien, asegurándonos que se empapa bien toda la galleta. Añadimos también el azúcar y ya tendremos la base.
La repartiremos de forma homogénea entre todos los vasitos y presionaremos con una cuchara o con el dorso de otro vaso más pequeño, para que quede bien aplastado. Lo llevaremos a la nevera mientras seguimos con la receta.
Paso 3:
Ahora llega el turno de la crema. En un bol mediano batiremos la Philadelphia junto al azúcar y la vainilla, lo justo para integrarlos. Lo reservamos en la nevera.
En un bol grande a parte montaremos la nata hasta que haga picos suaves, no debemos montarla del todo. En este punto recuperaremos la mezcla anterior y la combinaremos con movimientos envolventes y suaves, para no perder el aire conseguido durante el batido.
Paso 4:
Recuperaremos los vasitos que teníamos reservados en la nevera y rellenaremos de crema. Os recomiendo ponerlo con una manga pastelera porque así evitaréis que os queden burbujas o se os manchen mucho las paredes, incluso podemos usar una boquilla de estrella y hacer algún detalle. Pero en realidad es algo más bien estético, podéis hacerlo con una cuchara sin problema.
Paso 5:
Si nuestra mermelada o confitura está fría, la verteremos por encima de la tarta de queso. Si no, nos llevaremos los vasitos a la nevera para que vayan reposando y esperaremos a que la fruta esté fría, o nos bajaría toda la mezcla.
Cuando la cobertura esté fría, la repartiremos equitativamente entre los diferentes vasitos. Si la mezcla ya estaba fría, podemos consumirlo al momento, aunque os recomiendo un mínimo de 2 horas de refrigeración, pues la masa se asentará y cuajará un poco y la combinación de las 3 capas os alucinará.
Para conservarlos lo mejor es usar vasitos con tapa, pero también podríais taparlos con papel film o de aluminio, para evitar que se seque la superficie. Podéis guardarlos refrigerados hasta 4 o 5 días.
¡Voilà! Un postre muy vistoso y delicioso con un paso a paso sencillo y rápido de preparar.
¡Hasta la próxima receta! ?